miércoles, 21 de marzo de 2012

Ingrediente infalible.La Actitud

No sé si a ti te pasa, pero al menos yo necesito salpichirri diario, ilusionarme con algo, alegría buyanguera, cambios, incluso alguna sorpresa y no precisamente envuelta en papel de regalo con pompón y lazo rosa. 
No soporto los días iguales, insistentes, isoeléctricos y aburridos. Me dirás que como lo hacemos, si todos los días, por cojones,  es una repetición de lo mismo. Levantarnos a la misma hora para entrar a trabajar y comenzar por lo mismo del día anterior en el mismo minuto de siempre, las mismas caras, los mismos temas, y por la tarde, equiliquá, la misma rutina de días anteriores, que por preferencias y necesidades vitales elegimos en un instante de reflexión nada profundo sino más bien arrastrados por el impulso vital del momento. 

Y así un suma y sigue. Un día tras otro. Un mes, un trimestre (me molan los trimestres porque me aportan novedades las 'estaciones' del año, tan distintas y tan poderosas a la vez las muy joías).

La monotonía me enferma de hastío, y hasta puede llegar a hacerme el harakiri.

Pero hoy, mira por donde, ha sido un día diferente (me pasa con relativa frecuencia) y me preguntaba porqué si no me he desviado un ápice de mis repetidos quehaceres. No he quedado con ninguna amiga/o, ni me han dado ningún alegrón especial, tampoco me ha tocado la lotería, y sigo con la cuenta corriente tiritando. Igual que ayer.

Pensé en el sueño que tuve ésta noche pasada, como posible responsable directo de mi  motivado día, pero lo rechacé de plano porque solo fue eso. Un sueño.
Nos invitaron a un aperitivo tras el curro, y aunque lo  agradecí, tampoco me ha causado especial subidón porque estaba deseando llegar a mi choza para ponerme en pantuflas y marcarme un siestón de esos que parten la pana, liada en mi manta siestera de Ikea; tampoco he recibido noticias de recuperar algo que me deben y que necesito recobrar, y las personas a las que añoro, siguen estando tan lejos y tan inalcanzablemente cerca como siempre, como para poder repanchingarme con ellas marcándome unas risas o un bis a bis estimulante... . ¿Entonces? 


Ocurren dos cosas. La primera que no hay un día idéntico a otro, aunque se haga siempre lo mismo los días transcurren distintos. Pasa como cuando haces un potaje de lentejas a lo largo de años con la misma receta. Nunca sale idem.  
Hay otra cuestión igual de evidente que la anterior y se trata de nuestra Actitud ante la vida, pero esta no es casual sino causal. Unos días sin saber porqué y otros pretendiéndolo, estamos más comunicativos, condescendientes, positivos, apasionados...., como consecuencia nos embarga una 'Alegría'  conocida que tras acechar, a vuelta de la esquina, viene a nuestro encuentro atraída por la actitud. 
Todo fluye, incluso puede que sucedan cosas que deseamos, y en el caso de que no ocurran, nuestro espíritu está por encima de todo.Nos encontramos Bien y eso basta.

" La vida es un misterio, desvélalo"


No hay comentarios:

Publicar un comentario