sábado, 11 de febrero de 2012

San Valentin mon amour

Créelo. Cierto pudor o vergüenza, se adueña de mí, me hace presión para que no hable, para que no comente nada sobre estas fechas de San Valentin. Él mismo, (el pudor), como un novio celoso de nuestra intimidad, me quiere tapar la boca y amordazar para no dejar entrever nada que me delate, que me haga más de los demás y menos de él. Pues bien, paso lo suficiente otra vez y decido hacer lo que me sale del mango-a.

Le argumento que estoy contigo, amiga-o, que de vez en cuando  te  asomas a este rincón. Y  que si lo haces es porque quizás tenemos cosas en común, las suficientes como para que lo haga sin la careta de carnaval y sin el hábito de clarisa. Motivo sobrado para dejarme llevar por derroteros tan humanos como 'divinos', tan cotidianos como extraordinarios, tan escabrosos como frágiles, sabrosos, sicalípticos........... Y es que lo haría una y mil veces de la misma forma que me dejaría fluir en una charleta de esas que te llevan 'entre le coucher du soleil et le lever du soleil'.

Llevo oyendo, cansinamente, desde hace un mes en la emisora de radio que me acompaña al curro, los anuncios publicitarios divulgando veladas maravillosas en hoteles con Spa, cenas super guachys, con cantantes en directo del soul más apasionado y ternuroso, cenas estudiadas con todo el archiartilugiado que preparan con el fin de justificar el pastizal que endiñan  a la pareja para que se deshaga en mimos y amores previo pago de....
Y digo yo! ¿no hay forma mejor de celebrarlo? ¿ no es mejor una cena a deux que pour deux cents ? ¿ no es mas íntimo? ¿ menos vendible? ¿ más genuino ? 
¿ y si en esas me pongo tonta y me da por sacar los pies del plato y meterlos en.........la guinda de los postres ? quería decir.
¿Y que tal un finde fuera del campo de batalla habitual ? y si no hay pelas, hablando de campo ¿ que tal una escapada rural y aprovechamos para montarnos cualquier cosa, una bici, un caballo o.......... una juerga ?


Bueno, no hagas mucho caso a mis preferencias, que todo vale para celebrar la pastelada si a la postre se pasa bien. 
Podría ser que mi disensión en esa manera tan chinesca de celebrarlo fuera consecuencia de cierta envidia malsana que me recuerda que jamás celebré un San Valentin. Reconozco  que a veces a la peña nos azuza el paso de los años y algunas fechas nos hostigan, pero aún y con esas, hasta puede ser que nos veamos en algún San Valentin venidero descorchando champagne y bailando. Eso sí, a mi manera y a la del contrario.



  

1 comentario:

  1. Si necesitamos del calendario para decirle
    a la persona que está a tu lado que la quieres...
    ¡Malo María!
    Bss.Juani

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