No me venía nada bien acabar el año y estrenar el nuevo a calzón quitao, intentando cumplir hasta el último segundo, y ¡zasca! comenzar otra vez a hacer lista de propósitos para luego incumplirlos. Se me antojaba un poco arrebatado y estresante.
Así que me dí una prórroga, un mes o un poco más. El año es largo, nada de apretarme los machos en ningún sentido, relax que el estrés pasa factura ( baja las defensas, provoca insomnio, fatiga, taquicardias, etc ).
Además, se trata de un plan y este debe ser meditado, sopesado, y trazado de una forma que me permita anteponer y priorizar.
El caso es que pensando del porqué hacer nuevos propósitos, la cosa se ha ido dilucidando sola, y llego a la conclusión de que algo se pone en marcha en nuestro interior, como por ejemplo: el mecanismo de las creencias, convicciones, motivaciones, valores...
Desde luego los tiros no van porque sea algo que se venda en un chino, ni porque se trate de una moda, o porque lo digan en la tele; pero tampoco porque mi amigo G, al que admiro, lo haga.
Tiene que ser bueno porque se trata de nosotros, porque es bueno tener motivaciones, y porque cualquier logro que consigamos le confiere un valor añadido a nuestra vida y a veces, hasta nuestro currículum. ¡Jopé, esto parece la teoría de los porqués!
Bueno, el tema se complica cuando pensamos en que "tipo" de propósitos centrarnos, qué "número" poner en la lista, y en el "tiempo" que hemos de tomarnos para cumplirlos. Pero no se nos haga la pisha un lío, que ¡tampoco es para tanto!
Cada cual el suyo, el que necesite, crea, motive y/o apasione; el número de propósitos cuanto menos nos hagamos mas posibilidades tenemos de cumplirlos, y en cuanto al tiempo, comenzar y ser constantes es lo que importa.
Así que me dí una prórroga, un mes o un poco más. El año es largo, nada de apretarme los machos en ningún sentido, relax que el estrés pasa factura ( baja las defensas, provoca insomnio, fatiga, taquicardias, etc ).
Además, se trata de un plan y este debe ser meditado, sopesado, y trazado de una forma que me permita anteponer y priorizar.
El caso es que pensando del porqué hacer nuevos propósitos, la cosa se ha ido dilucidando sola, y llego a la conclusión de que algo se pone en marcha en nuestro interior, como por ejemplo: el mecanismo de las creencias, convicciones, motivaciones, valores...
Desde luego los tiros no van porque sea algo que se venda en un chino, ni porque se trate de una moda, o porque lo digan en la tele; pero tampoco porque mi amigo G, al que admiro, lo haga.
Tiene que ser bueno porque se trata de nosotros, porque es bueno tener motivaciones, y porque cualquier logro que consigamos le confiere un valor añadido a nuestra vida y a veces, hasta nuestro currículum. ¡Jopé, esto parece la teoría de los porqués!
Bueno, el tema se complica cuando pensamos en que "tipo" de propósitos centrarnos, qué "número" poner en la lista, y en el "tiempo" que hemos de tomarnos para cumplirlos. Pero no se nos haga la pisha un lío, que ¡tampoco es para tanto!
Cada cual el suyo, el que necesite, crea, motive y/o apasione; el número de propósitos cuanto menos nos hagamos mas posibilidades tenemos de cumplirlos, y en cuanto al tiempo, comenzar y ser constantes es lo que importa.
Y como no me quiero meter más en jardines, porque no soy jardinera profesional sino aficionada, solo decirte que pensándolo bien, de momento, ya tengo uno.No es nuevo, pero si que debo continuar en ello.
Se trata de un tres en uno: la "constancia" en el "deporte" (en mis rutas de senderos, bicicleta ); en definitiva, cuidarme porque he leído, no hace mucho sobre los cambios, nada halagüeños, que se producen a partir de los 45 años ( ya me pasé unos cuantos ), y me ha entrado un no se qué que se yo, por mis adentros.
Y resulta que como no hay corpore sano sin mens sana, pues la "lectura" será la otra parte contratante de la primera parte.
Se trata de un tres en uno: la "constancia" en el "deporte" (en mis rutas de senderos, bicicleta ); en definitiva, cuidarme porque he leído, no hace mucho sobre los cambios, nada halagüeños, que se producen a partir de los 45 años ( ya me pasé unos cuantos ), y me ha entrado un no se qué que se yo, por mis adentros.
Y resulta que como no hay corpore sano sin mens sana, pues la "lectura" será la otra parte contratante de la primera parte.
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