viernes, 9 de diciembre de 2011

Lo que nos apetezca.

Me acabo de meter entre pecho y espalda, con la cena, dos copas de vino tinto de Rioja, y mientras estaba descorchando la botella pensaba que lo hacía por tres motivos: me apetecía, tenía frío, y sobre todo me encanta el vino.

Esto se disfruta más hacerlo en compañía, me diréis, pero ante la imposibilidad, por imperativo de elección personal,  y tratándose de la hora en que me ha surgido el antojo, también he llegado a la conclusión de que no es condición sine qua non para saborearlo y disfrutarlo. Y que nada es imprescindible, cuando se quiere hacer algo, salvo tener ganas y por ende, querer hacerlo.

El otro día en el super estuve indecisa, no sabía si comprar un tinto de crianza Ribera del Duero, un tinto joven de  Rioja  que tanto me gustan, o una botella de manzanilla de Sanlúcar. Ésta última me requetepirra. Estos son mis vinos preferidos.

Recuerdo que fue en Sevilla, durante los años que viví en aquella preciosa y alegre ciudad, donde conocí  y me hice íntima de la manzanilla. Además de saborearla a tope, me daba un "puntito" que ningún otro vino me lo ha dado, ya fuera en casa, en la feria, de tapeíllo, o incluso mientras hacía la comida.

De modo que cada vez que mis hijas asomaban la cabeza por la puerta de la cocina y les soltaba cualquier gilipichez con carcajada incluida, me decían ¿que tal la manzanilla? con cachondeito sevillano las muy........, y yo reía más fuerte para darles bolilla y despistarlas.

Los otros tintos que os he mencionado me encantan, y sin entender de caldos ni de maridajes, me da igual tomarlos con carnes (que más bien escasean en mi dieta), que con pescados.

Pero el tema no es comentaros sobre  vinos porque no tengo ni pajolera idea, me pasa lo que a la mayoría, que sé cual me gusta y cual no.Punto y pelota.

La cuestión a la que quería llegar, sin enrollarme, es que para querernos un poco, solo hace falta dejarnos llevar por el momento, echando los prejuicios a la cuneta, y disfrutando tan ricamente de las cosas que afortunadamente tenemos. Estoy convencida.    

2 comentarios:

  1. Un brindis pre-navideño por todos vosotros,los que me seguís.
    Y como no hay brindis sin deseo, este ha sido enterito por vuestra salud,puesto que sin ella, sería muy difícil saborear un vino, y hacer especial cualquier momento.

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  2. Hola Cari, me parece genial, yo hice ayer lo mismo pero salí a la calle porque lo necesitaba.
    Me encanta como escribes, has hecho que sea un incondicional seguidor tuyo.
    Un beso
    Rafa

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