jueves, 14 de febrero de 2013

Comunes denominadores

Mi amiga 'R' tiene un herbolario y había intentado animar a sus clientes a que, por estas fechas, escribieran una carta de amor, y premiar la que más gustara con productos de su tienda. Por lo visto la única que se escribió fue la que ella misma aportó, quizás por romper el hielo y animar a la peña a que la siguiera en su iniciativa, que al cabo de unos días tachó de fracaso absoluto, en un comentario feishbookero lleno de gracia y simplicidad.  

Por este motivo, ayer tarde y solidaria con su causa, le dije que si me daba tiempo escribiría una. Pero lo he estado intentando y ha sido misión imposible; lo siento R, mi cuore no palpita al ritmo de San Valentín! y no siento nada que pueda ser, cuanto menos, estético; ni tan siquiera para disfrutar un rato, con fluidez, fruición y miaja de diversión como me ocurre cuando cuelgo algo (unas veces más que otras).

Reflexionaba en los motivos de mi falta de inspiración, y he llegado a una conclusión. Estoy estresada. Últimamente mi cerebro no genera los pensamientos positivos que me gustaría y debiera para que mi vida se mueva con alegría buyanguera; a pesar de mi tenaz dedicación al ejercicio diario y a pesar también de mi entusiasmo a lo que últimamente me está atrapando: "la tierra". Un pedacito de tierra prestada que requiere cuidados constantes; regar día sí día no, tutores para los trepas de los guisantes que crecen muy despacito; compostera en vías de ser algo serio con mucha sustancia..., cuidado de la tierra provista con demasiadas piedras que hay que ir eliminando..............En fin, muchos detalles que no se preveen ni se mejoran en un rato (la observación es pieza clave, actuar oportunamente, y saber esperar). Y todo, para ver crecer a mis peques día a día, hasta que decidan ser el fruto ardientemente esperado. Un verdadero milagro 

En fin 'R', que sin pretenderlo, te acabo de describir bastante del Amor: de sus cuidados, de la pasión que desata, del entusiasmo, la constancia, la paciencia, los mimos que requiere, el tiempo y la entrega que demanda. Esta es mi analogía para este día de San Valentín

Ninguna vida se conforma sin una referencia constante al amor ( dixit: Elsa Punset)






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