lunes, 10 de septiembre de 2012

El gazpacho no es tan solo p'al verano

Voy con el paso cambiado. Cuando apremian otras cuestiones, y no me puedo sentar, las musas me mandan flores; si disfruto de momentos de placidez, con el trasero bien aposentado, estoy perezosa y me cuesta arrancar; y para colmo, a ver si eres capaz de entender esto (si eres chica, fijo que sí), una mínima ráfaga de pensamientos en pos de cualquier iniciativa que implique despedir el verano: maletas, guardar ropa, ordenar, tirar, vuelta a sacar; me hace pecar de 'abulia'. Me acabo de acordar que tengo que comprar antipolillas ¡Con lo caros que están!


Nunca me ha gustado la marcha sin miramientos del verano; ese cierre por vacaciones y un hasta luego lucas, tan desconsiderado, tan antipático; no tiene ninguna gracia. Se presagia vida de riguroso orden; rebecas y ropajes de abrigo, para mitigar fresquito de otoño, pies encorsetados aprisionando juanetes, planes de gimnasio; orden orden..., lo mismo un día y otro, zas zas zas....y, tantas cosas por hacer. Esto último estoy llegando a pensar que es un problema vital solamente mío. No es normal 
Pero a lo que voy es que, de pronto, un día te levantas, y notas que amanece con rasca (los calurosos se felicitan y respiran hondo); la luz de setiembre es otra, eso sí, espectacular por los brillos y esa nitidez singular, pero anuncia frío venidero; amanece más tarde, y los atardeceres, se anticipan al horario de, tan solo, unos días atrás, modificando la vida paulatina e implacablemente en pequeños aspectos (la vida está hecha, toda, de ellos). Se trata de un acercamiento, con efecto imán a la rutina invernal. 


Quizás es por todo esto que estoy perezosa hasta decir basta, y hoy, casi a punta de pistola, me prometí hacer una parada y fonda en esta sombra. Pero además, la Conch, me ha chafado esta entrada. Es un decir; en todo caso, hemos pensado en lo mismo, y ella, se ha anticipado. Qué casualidad, me digo

A toro pasado, reconozco que he tenido días, o mejor dicho ratos. Pero en lineas generales el verano ha sido generoso conmigo, y por esto, tengo que 'agradecer' una vez más. 
La despedida de esta semana pasada, por ejemplo, ha estado abigarrada de momentos, la mayoría de ellos buscados; aún no me creo lo bien que salió para el talante que tenía.  

-Fin de semana por nuestra bellísima costa; andando sus caminos, y conociéndola sin dejar de oler a mar y brea. Bordeándola. Risas y anécdotas con compañer@s de senderos 
                                             http://rincndelcabo.blogspot.com.es/
-Un Shosho-party (fiestorro de titis) en casa de mi amiga 'T', acepción nítidamente ocurrente (tal cual como ella la llama). Una fiesta con todo su glamour, pitorreo, buenas viandas y muy buenas maneras. Que conste! 
-Ruta bicicletera, maravillosa (tratándose del entorno), por el Valle de Ricote; este último sábado, para medir fuerzas, ganas, y comprobar que los entrenamientos, a diario, dan su fruto
-Un saldo, a mi favor, de dos libros leídos, y otro, (tocho por cierto y, en edición de bolsillo), en el ecuador de su lectura.
-Y lo que más mola; en capillita, preparando maletas para largarme de vacaciones que serán para desconectar, aprender y, viajar a Ítaca. 



Pero es que aún, me queda despedida.........

No hay comentarios:

Publicar un comentario