miércoles, 2 de noviembre de 2011

Pequeños Cambios

Me he pasado al tabaco de liar con lo cual fumo menos y mas puro: sin aditivos, alquitranes ni otras bazofias que durante el proceso de fabricación añaden para que el fumador alargue su consumo hasta el final de sus días, y se enganche como una piltrafilla con resuello, entonando el mea culpa sin cesar.También de ésta forma invierto en una adicción el mínimo que se despacha, vital en estos tiempos de sin bonanza, sinsabores y sinsentidos.

No es que mate por un cigarro, pero si que ésta costumbre forma parte de mi vida,sobre todo porque lo hago con gusto , lo disfruto, y me acompaña en muchos momentos de dicha y desdicha. Eso sí, la ley 42/2010 me lo hace imposible en ningún viaje , a no ser que sea a pié.
Desde aquí mis saludos cordiales a sus ideólogos, y pedirles  porfis que no me miren raro cuando me disponga a emular a nuestra Saritísima a cielo abierto.

Sigo debatiéndome entre mis aficiones para elegir las justas, y así poderlas llevar todas al retortero y hasta el final, en este nuevo año escolar 2011-2012.
Sin embargo,pienso,debería tomar las que dejé en tablas en el mes de marzo,cuando me fui un tiempo lejos de nuestras fronteras, y de esta forma trabajar la virtud de la constancia,que no ha sido nunca mi fuerte aunque sí mi anhelo.

Intento comer sano, muchas verduras y frutas (me pirran cada día más los productos de la huerta) ,legumbres guisadas de forma escueta, eliminando grasas esas mismas que al rato de habértelas japado te recuerdan que pecaste contra el exceso y contra ti misma , y que al cabo de unos meses se revuelven de forma grosera entre tus enaguas,haciéndote sentir extraña e incómoda dentro de tus propios hatillos.

...Y es que el otoño da para mucho, hasta para proponerte, sin hacerlo, otras cosas que cuestan hasta decir basta y así fortalecer la virtud de la coherencia.

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